La enciclopedia del coño. Pussypedia - Zoe Mendelson

 

El pussy, o el coño en castellano, queda mucho más fino en inglés. Porque lo cierto es que no hay una palabra con la que traducirlo bien. El pussy es el conjunto de vulva, vagina, ano, el conjunto de genitales internos y externos que, en castellano al menos no tiene un nombre.

Además Zoe acierta al hablar de personas con pussy y no solamente de mujeres pues, algunas mujeres no tienen pussy y sí lo tienen las mujeres trans.

En algunas reseñas y críticas ponen este libro como necesario y ambicioso. A mí no me parece ni lo uno ni lo otro. Esperaba con su lectura ampliar un poco más mis conocimientos y me he encontrado con más de lo mismo, eso sí actualizado al máximo. De hecho me gustaría poder dar más estrellas a este libro tan currado. Si hay algo de lo que no se le puede acusar es de no estar documentado. Las referencias a estudios científicos son apabullantes en número, actualización y calidad. Me he molestado en revisar muchas de ellas para afirmarlo.
Sin embargo refleja una realidad muy distinta a la de España. El libro se centra mucho, demasiado, en la Salud Sexual y Reproductiva de los pussy de los Estados Unidos.
Que aquí la sanidad sea universal y gratuita hace que las comparaciones (y la relevancia de la información) sean odiosas.
El lenguaje inclusivo usado hasta la saciedad me interrumpió la lectura, la comprensión y hasta la empatía (al ser hombre, cis, blanco, europeo y calvo con gafas; probablemente sea culpa mía). Hay una excesiva carga política en mucho de lo que dice y eso le resta credibilidad.

Ahora en serio, a pesar de ser un hombre blanco, cisgénero y europeo, me declaro un radical feminista. Y como suele pasar, las feministes no estamos de acuerdo entre nosotres. Y hay muchas cosas que me chirrían al leerlo como las siguientes citas que pongo entre comillas:

«a veces, la evolución deja partes del cuerpo a medias, como los pezones en los hombres.»

¿A qué viene esta negatividad hacia los hombres. ¿Los pezones masculinos son cosas a medio hacer y la próstata en las mujeres algo empoderante? Una vez que cuentas que en nuestros cuerpos hay órganos desarrollados en masculino y otros en femenino, no puede ser que unas cosas sean malas y otras buenas. Veo que faltan algunos meses de diván ahí.

«propuso algo que podría hacer todo el mundo para poner remedio al ridículo colectivo que tenemos en torno a la virginidad y el himen: renombrarlo y llamarlo corona vaginal. La iniciativa ya ha tenido una amplia acogida... »

Esta ocurrencia me parece contraproducente. Corona induce a error ya que, como se informa remite a la imagen de un círculo, cuando el himen se puede presentar en formas tan variadas (véase la imagen). Y después sigue: 

«...este nombre proporciona una imagen mental más precisa, y c) ¡es una pequeña corona para tu vagina real! ¡Qué bonito!» 

¡Qué chorrada tan grande! No puedo decir otra cosa. ¿Quieres crear un cuerpo de conocimiento preciso para educar o quieres que sea más cuqui que hasta ahora? Entiendo que se le quiera dar al texto un tono desenfadado y alegre pero aquí se viene demasiado arriba y mete la pata.

«...sospecho que gran parte de esa ansiedad y ese rechazo proviene de la vergüenza impuesta por el patriarcado:»

Cuando Zoe nos empieza a hablar de cuestiones como el patriarcado y/o vemos que se enzarza en cuestiones políticas, pierde el rigor que mantiene con las cuestiones médicas. Lo que causa o promueve, en las personas con pussy, el patriarcado, debería estar igualmente justificado y apoyado por datos, referencias y estudios, sin embargo solo nos deja opiniones y creencias.

«En la ciencia existe el problema común de estudiamos los cuerpos masculinos y luego creemos que lo que aprendemos sobre ellos es aplicable a todos los demás cuerpos, y a menudo no se cumple.»

Esto es cierto pero si hablamos de la arcaica ciencia de hace décadas. Hace décadas que la ciencia estudia el cuerpo humano teniendo en cuenta el sexo asignado de los sujetos de la muestra de estudio. La afirmación de Zoe me parece un tanto aventurada, cualquiera de los estudios referenciados hace distinción en la muestra de hombres y mujeres y, por lo tanto, los resultados obtenidos no son extensivos a toda la población. No veo aquí más que una opinión maliciosa con el único interés de apoya un victimismo feminista. 

El libro no pasa de ser un intento enciclopédico del pussy con lenguaje accesible y desenfadado. No en vano asociamos la editorial Larousse con las enciclopedias. Pero centrarnos en la fisiología del pussy, el ciclo menstrual, el embarazo, el aborto, las ITS y los anticonceptivos; es la educación sexual de los 90. Centrada en los peligros, en los riesgos. Hecho de menos que se hable más de placer, de comunicación, de negociación (de eso se habla un poco), de deseos, fantasías y fantasmas, de primeras ocasiones, de lugares, de tiempos, de historia, de cosas raras y cosas habituales. En fin, de todo lo que no puedo preguntar en la consulta del médico. Estoy aburridito de que, en cuestión de sexualidad, todo tenga que pasar por el médico. Cuando todo el mundo piensa que, en esto del sexo hay mucho más que pussy y pene, mucho más que genitales.

⭐⭐