SEXUALIDAD Y DESEO EN PERSONAS AFECTADAS DE CÁNCER
Una
consecuencia de cáncer de cólon, rectal,de vejiga…, es convivir
con la bolsa. ¿Sabes que se podría poner un tapón ocasionalmente?
¿Para qué? Para disfrutar de tus relaciones eróticas con mayor
libertad.
¿Por qué se pregunta a la enfermería cómo llevar la bolsa en una boda porque “tengo que llevar el modelito tal”, pero no se nos ocurre preguntar también qué pasa con la bolsa si se tienen relaciones eróticas ¿Y si en el momento álgido se rompe o se desprende…? ¡La que liamos! ¿Y si tengo una bajada de defensas? Ocurren varias cosas: que se magnifica todo lo que se asocia al cáncer y la propia sexualidad. Hay que desmitificar el cáncer frente a otras enfermedades. Hay que desmitificar el dolor o los inconvenientes de los tratamientos y cirugías que, si bien están ahí, hay que gestionarlos igual que en otras circunstancias: y hay soluciones.
El
pasado día 6 de junio estuve en una Charla “Reflexión sobre la
sexualidad en personas con cáncer”, organizada por el COPCLM en
Albacete. Hablamos de muchas cuestiones que podían afectar de manera
característica a estas personas.
Ya
hablar de sexualidad es difícil, pero hacerlo relacionado con el
cáncer puede serlo aun más. Plantear preguntas sobre el tema, y
sobre todo al principio, parece un tema secundario incluso
superficial. La erótica queda en un segundo plano, se aparca y
abandona porque se considera que no tiene sentido ante la enormidad
de lo que te acaban de diagnosticar.
Se
habló de la necesidad de asumir el proceso vital, de la
vulnerabilidad del cuerpo humano, los límites de ciencia y técnica.
Encarna Adrover, especialista en Oncología, destacaba lo importante
que es compartir la cicatriz. Todas las cicatrices duelen, más o
menos, puede que durante toda la vida. Pero no es lo mismo que te
duela por el cáncer: el condicionante es distinto. ¿Por qué
habrían de doler más que otras?
La
quimio que puede producir una insensibilidad temporal en la punta de
los dedos (esto es más evidente), también la produce en el perineo
y próstata, pudiendo provocar problemas de erección que se
conviertan en crónicos. Se habló de la extirpación del pecho, que
mutila la forma femenina, modifica el cuerpo de mujer y, esta, ya no
se siente mujer, o menos mujer. Se habla del miedo a mostrarse
desnuda, a no ser vista como atractiva por la pareja, a no sentirse
atractiva, y de la necesidad de recomponerse por fuera, en lo
estético. De que lo que llevo dentro no se exteriorice
La
oncóloga destaca también la importancia de los cuidados. Más
barato o incluso gratis, hacen más por nuestra salud que los
tratamientos más caros y complejos. Pilar Soria (Sexóloga) decía
que hay apostar por el juego en las relaciones eróticas.
Se
habla de la educación. Tanto en sexualidad como en el desarrollo de
la enfermedad: tratamientos y sus efectos secundarios. Si el entorno
y la pareja los conoce es más probable que entienda el porqué de
los cambios de humor, por qué estás borde, el dolor, los tiempos, y
la necesidad de erotizar todo el cuerpo y pasar un poco de los
genitales. También el desarrollo biográfico vital nos sitúa en una
erótica distinta: el deseo no se expresa igual a los 50 que a los
20.
Para
mí estamos en lo de siempre: ¿a qué llamamos sexualidad? A la
sexualidad entendida como coito, centrada en lo genital,
heterosexual. Eché de menos a minorías eróticas como los
homosexuales, o las personas que no conviven en pareja por decisión
propia o fruto del desarrollo vital. ¿Cómo me recompongo a mi
misma/o sin la referencia del otro? Reflexiones para un futuro y
necesario encuentro.
Publicado en Actualidad Valdepeñas. 11 de junio de 2016 (09:11 h.)
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