Diez meteduras de pata al ligar

Hay gente que tiene un auténtico arte a la hora de ligar. Pero, no me cabe duda que, incluidas estas personas, hay verdaderos artistas en chafar citas. Una vez conseguido romper el hielo ya estás tú ahí para que la cosa no progrese. He aquí algunos consejos sobre cómo NO destruir todo lo que has conseguido.

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Frases inadecuadas que no hay que decirle a una mujer

• “Eres igual que una antigua novia que tuve, tienes ese gesto que hace mi hermana, me recuerdas a mi madre / hermana / mejor amiga” Todas las personas quieren sentirse únicas, las mujeres también.

• “Has cogido peso desde la última vez. Quizá la ropa que llevas te hace más...” A nadie le gusta oír esto. Las mujeres son especialmente susceptibles en el tema del peso, engordar,… Es una imposición social que está ahí y pesa, esta sí, como una losa.

• “¿Tú eres la de la foto? ¿Qué edad tienes ahora?” Una expresión como esta no la remonta ni el mismo Casanova.

• “Perdona pero ¡Qué guapa es la amiga con la que has venido!” Aunque sonría, en su imaginación, está empujándote por un acantilado a ti y a su amiga. Se llevará a su amiga del brazo y ni no la conseguirás ni a ella ni a la amiga.

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Frases inadecuadas que no hay que decirle a un hombre

Huye de las frases que implican un compromiso a larga distancia. Las preguntas que huelen a trampa. Estamos en la primera fase, no estamos en el supermercado de los maridos.

• “Un día tienes que conocer a mis padres”

• “Si tuviéramos hijos tendrían tu altura ¿No crees?”

• “Desearía que todo el tiempo libre que tenga lo pueda pasar a tu lado.”

• “Eres el marido que toda madre querría para su hija.”

• “¿Te importaría estar casado con una mujer que no trabajase?”

• “¿Este vestido me hace parecer gorda?”

• “¿Verdad que mi amiga es guapísima?”

• “¿Cuánto me amas?”

Con poco tiempo de relación puede que evite el tema y le moleste o, si es honesto, la respuesta no te va a gustar.

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Temas tabú en la primera cita

Aparte de la religión, la política y toros está mal visto sacar los siguientes temas en la primera cita:

• Tu ex pareja. Ni para bien ni para mal. Es tan bien recibido como una bofetada. No me interesa compararme con nadie, ni superar antiguos retos o traumas.

• Tus planes de boda y los hijos que quieres tener. Nos estamos conociendo, no estamos firmando un contrato.

• La historia de cuando volcaste una bolsa de basura en la puerta de los vecinos ruidosos. La persona con la que sales (salías) está huyendo ya con la excusa de ir al baño.

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Revisar qué tienes colgado en internet y tus RR.SS.

Casi todo es extensible a tu vida cotidiana pero tiene mucha más importancia cuando lo que pretendes es atraer a alguien. Si no lo puedes borrar, no lo escribas. Aun así, alguien puede capturar lo escrito y, eso, siempre te perseguirá.

• Número de relaciones o detalles privados de tus relaciones eróticas anteriores.
• Bromas pesadas o venganzas sobre tu expareja, superior, amigos/as.
• Mentiras o exageraciones que luego tengas que desmentir o explicar.

En general no dar datos que permitan que suplanten tu identidad, o que facilite que te roben. Exponer productos caros que tienes en casa o dar las fechas de tus viajes. “Hola. De vacaciones por el Caribe. No volveré hasta dentro de un mes”.

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Malos momentos para invitar a salir

Al igual que para el lugar, el momento también es muy importante. Aunque hay que buscar el momento más favorable, desde luego, evitar siempre las siguientes situaciones:

• Se acaba de morir un pariente suyo o su mascota.

• Acaba de dejarlo con su pareja. Y/o confiesa que todavía siente algo por su ex-pareja.

• No tiene tiempo para nada. Por ocio o trabajo, ya tiene la agenda completa para el próximo año.

• Toda la conversación conduce a que no eres su tipo. No te empeñes en cambiar a alguien.

Quizá no haya segunda oportunidad para pedirle salir a esta persona. No precipitarse y buscar el momento adecuado es crucial.

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Estropearlo todo a la hora de pagar la cuenta

Muchas personas somos muy susceptibles con el asunto del dinero. Por lo tanto, a la hora de pagar la cuenta, ten en cuenta que nadie lee el pensamiento de los otros. Evita:

• Si ya has dicho antes que pagarías la cuenta, echarte atrás en el último momento y decidir lo contrario o compartir no muestra coherencia.
• Empujar la cuenta hacia su lado. “Hoy te toca a tí”.
• Sacar la calculadora y echar la cuenta de qué es lo que ha consumido cada uno. Eso es ser un miserias aquí o en Alemania.

En general, hay que hablar antes cómo pagar una consumición en un bar o un restaurante. Somos distintos en cuanto a costumbres y poder adquisitivo. Te evitaras situaciones muy embarazosas sino molestas.

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Elegir un escenario poco adecuado

El lugar en el que se desarrolla una cita puede significar su éxito o su ruina. Por ejemplo, en cuanto al tema restaurantes:

• Los platos de la carta son impronunciables. Solo si los dos sois fan de la cultura japonesa o lo que toque.
• Comida demasiado picante. ¿En qué mundo ayuda que te vean sudar en una cita?
• La música está tan alta que ni se puede mantener una conversación. No queda bien que grites “Me encanta tu pelo”
• Están tan iluminados que casi necesitáis poneros unas gafas de sol.
• La mesa que os asignan está al lado de los baños o de la puerta de la cocina. Dicho de otro modo, el sitio más cutre del local.

Escoge un lugar agradable, ni demasiado concurrido ni solitario (lo cual te hace parecer una asesina/o psicópata). Si hay gente, siempre sirve como recurso para ponerla como ejemplo en cualquier hilo de conversación.

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Exagerar ante un percance

El mundo no es perfecto y, en una primera cita, o cuando se está empezando a salir con alguien es muy probable que ocurra algún percance: se te cae la cerveza, has perdido las llaves o el coche os deja tirados. Desde luego no hagas nada de los siguiente:

• Insinuar que esto solo ha pasado con ella, por ella, o causa de ella; aunque se te haya olvidado el freno del coche y haya caído a un barranco.
• Llamar a tu padre/madre para solucionar un problema “Oye, mamá, ¿cuanto tiempo pones el asado al horno?
• Ponerte en el papel del gafe del año -Siempre me sale todo mal. Es que no hago nada bien. Las disculpas excesivas cansan. Para qué quiero salir con alguien que va a estar quejándose siempre.

Los problemas no son tragedias, son contratiempos que o bien se pueden solucionar o es mejor reírse de ellos. Montar una escena, un escándalo, el drama no gana batallas.

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Encontrarse con una ex pareja

Sal inmediatamente de esa situación, da igual que la ruptura fuera traumática o amistosa. Desde luego, no la presentes a esa nueva persona, recordar algún conflicto delante de ella como que se quedó con un libro, alardear de que ahora sales con otra persona, o mostrar qué bien os llevabais y cuanto la echas de menos y a ver si quedamos.

• Invitarla a que se una a vosotros y tomar algo.
• Tener un conflicto delante de ella. Cuestionar los motivos de la ruptura.
• Utilizar a tu cita para hacer comparaciones y alardear. “Mira, ya he rehecho mi vida”
• Meterte en una discusión porque te robó tu disco favorito de Michael Jackson y nunca te devolvió la batidora que te pidió prestada.
• Saludar efusivamente y revivir qué bien lo pasabais y los viajes que hicisteis juntos.

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Mirar por encima de su hombro

Nadie puede tomarte en serio si estás mirando hacia otro lado. Así parece que quieres salir huyendo o lo que hay detrás es mucho más interesante que él o ella.

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