RECETA PARA EL CONFINAMIENTO

Si ud. no tiene sentido del humor, si pasa por una mala racha y, ahora mismo, no es el momento de disfrutar de lo que le ofrece la vida, no siga leyendo. Hay cosas más importantes en la actualidad aunque, para mí, no tan divertidas.Quizá sea más interesante primero el porqué de la Falta de Deseo


Es conocido que hay quien se deleita con platos de sushi servidos directamente sobre mujeres desnudas. En nuestra memoria está el uso que se hacía de la comida en la película “Nueve semanas y media”. Sé que existen versiones con platos menos glamurosos y es que la gracia de esta forma de expresión erótica no está en lo elaborado de la cocina y sí en la escenografía que ud. monte alrededor de esa comida.
Lo que quiero compartir, en este período de confinamiento, es que ud. le regale a esa persona especial, con la que le apetece compartir la alegría del encuentro, un momento mágico. Como todos sabemos lo mejor de la comida es la sobremesa. Por economía de espacio mi propuesta es la de una mujer actuando sobre un hombre pero, esta claro, que pueden poner a quien quieran en cada uno de los personajes.
Su amante está reclinado desnudo en un baño de espuma, a la luz de una sola vela. Oleadas de música suave emergen de algún lugar.
Usted, desnuda también, entra despacio en el cuarto de baño, con una fuente de kiwis y plátanos en rodajas. De las alargadas rajas de mango rezuma un dulce jugo. Pequeños racimos de uvas blancas sin pepitas contrastan con el color rojo de las fresas y las cerezas frescas. Se intercalan almendras peladas. Una papaya dorada bajo el sol tropical se exhibe, cortada por la mitad. Dos montoncitos de nata montada adornan el hueco.

Arrodíllese junto a su amante para preguntarle si todo cuenta con su aprobación. Si dice que sí, abra la botella de cava. Acerque a sus labios una copa de burbujeante efervescencia para que él inhale su vapor frío y picante mientras le da el primer sorbo.
Existen muchas variaciones al tema, que podrá orquestar usted misma. Aunque, en general, es mejor comer antes del baño.
Aquí, el ingrediente esencial es que el receptor esté dispuesto. También necesitará un baño caliente, cava o una bebida no alcohólica si prefiere, y fruta (mejor fresca). Algunos frutos secos y nata montada levemente endulzada.
Tras servir durante un rato los placeres del paladar, explore las siguientes aventuras táctiles y eróticas.
Para la copa de palma, colóquese un poco de nata montada y varias frutas como plátano, mango, papaya y fresas en la palma de la mano. Haga una especie de puré con el mango de una cuchara. Puede invitar a su amante a cerrar los ojos y escuchar los sonidos sensuales. Para dárselo, póngale el canto de la mano junto a los labios. Apriete los puños para que rezume esa exquisitez hasta su boca.
Luego aplíquese nata montada por el pecho y el vientre; tal vez todavía quede algo de la copa de palma. Deslice suavemente su mano por el cuerpo brillante.
Advertencia: el azúcar es muy insano dentro de la vagina. Asegúrese de limpiar toda la nata montada antes de proseguir con una relación sexual.
Una vez devorada la tajada de mango, deslice superficie interior de la cáscara por la piel de su amante. Otras alternativas pueden ser la parte interior de la papaya o la pulpa de un caqui pelado. Solo frutas untuosas, evitar las ácidas y más duras. ¡Posiblemente esta sea la sensación más erótica de la tierra!
Limpie los restos de nata y de fruta rezagados por su cuerpo con un poco…, sí, de cava. Si gritara: “Demasiado extravagante”, derrámele aun más espuma por encima.
Si desea intervenir directamente en el placer, aplíquele el cava directamente con los labios y la lengua. Con el beso del cava, deje que el néctar fluya de sus labios a los de él. En el cuello, en los pezones, los dedos de las manos y de los pies, haga un círculo con los labios y la lengua y chupe, deslícese y arremolínese mientras se vierte poco a poco la fría espuma. Para la experiencia de remate, invite a su amante a ponerse lentamente en pie, si puede. Luego aplíquele una ración generosa de nata montada en el pecho y en el abdomen. Métase en el baño y pídale que le abrace muy fuerte.
Vierta cava de la botella entre su pecho y el suyo. Deje que la fría y chispeante sensación se les deslice vientre abajo hasta los genitales. Cuidado sin embargo, de no resbalarse o perder el equilibrio en la superficie jabonosa de la bañera.
Después de esta ducha al cava, puede darle a Marco Antonio/Cleopatra su Baño Real.
Te interesa repasar: "El amor en tiempos de coronavirus"
Adaptado de un artículo publicado originalmente en Actualidad Valdepeñas20 de diciembre de 2015
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